Y te salvé la sed
con la palabra
y te di de beber
de esos veranos
la mejor lluvia...
la mejor marea del sol
y las visiones.
Porque te di mis ojos
y una intemperie de signos
que volaban dispersos
y un mar
un círculo cerrado de gaviotas
Y te salvé de los silencios
de la larga noche apabullante
del desvelo.
Y te di la cifra verbal
esa fiebre que mueve las palabras
esa música
Y sigues sediento
y vas en esa enfermedad
procurando el veneno
y lo insignificante.
Odalys Interián
No hay comentarios.:
Publicar un comentario