lo que siembro en ti
las rojas luces
los muérdagos filosos
que detienen el sol...
y las palabras
Y me devuelves
el corazón en su círculo
y catástrofe
un torbellino
de sílabas enfermas
de pájaro en su lluvia
Eres lo bendito
del silencio
y devuelves
un tintineo de voces
y lámparas
esa frescura de semilla abierta
en el deseo
me devuelves
otra
anticipada
y silvestre
en lo sensual
y tuyo
en lo que tienta
del verso
siega y verano
abriéndose
en su mazo pacífico
de frutos y noches.
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